El precio del combustible vuelve a incrementarse aunque sin llegar a los niveles máximos alcanzados durante el verano de 2008. En el próximo mes de julio se prevé otro aumento de la tarifa eléctrica. Sólo las hipotecas, gracias al bajo nivel del euríbor, dan un respiro.Sin alcanzar los niveles máximos que se vivieron el pasado verano, el combustible vuelve por sus fueros. En muchas estaciones de servicio se puede ya ver la sin plomo 95 por encima del euro, aunque la media para España, según el último boletín petrolero de la UE, está en 0,98 euros el litro. El gasoil está en 0,87 euros. Estas cifras suponen un incremento del 19,15% y 4,78% respectivamente desde el mes de enero. En depósitos de 50 litros supone una subida de 8 euros en la gasolina y de 2 euros en el diésel.
En el lado opuesto están las hipotecas, que siguen con la tendencia a la baja. El motivo está en el tipo de referencia para la mayoría de las hipotecas en España, el euríbor se sitúa de media en mayo, a la falta de cuatro sesiones, en el 1,646%. Utilizando este valor, se prevé que los que en junio tengan su revisión anual podrán ahorrarse unos 258 euros al mes de media (para una hipoteca de 150.000 euros, a 25 años y a un tipo de interés de euríbor más 0,50).
Nuevo modelo eléctrico
En julio toca una nueva revisión de las tarifas y, dado que en abril se mantuvieron como estaban, es más que previsible que el Gobierno apruebe un incremento de los precios. Se producirá además en julio una situación de cierta confusión con la liberalización del mercado eléctrico, que se parecerá al que existe ahora con los móviles: el cliente contrata sus condiciones con la comercializadora que le convenga y ésta tiene sus propios acuerdos con los propietarios de la red. A partir de ese momento habrá tres grandes bloques de clientes.
A cinco millones de hogares, según el cálculo del Ministerio de Industria, se les aplicará una tarifa reducida, el llamado bono social. A éstos se les congelan los precios hasta 2012 y sólo pagan el consumo. Estará incluidos en ella los que tengan contratados menos de 3 kW de potencia y las familias más necesitadas (familias numerosas, pensionistas de rentas bajas y parados), aunque esto aún está por concretar.
El segundo tramo será el más común: los que tengan contratados menos de 10 kW. Podrán acogerse a las ofertas de los nuevos comercializadores o a las tarifas de último recurso (TUR) de su operador de siempre, que seguirán como hasta ahora, con la misma compañía y el precio máximo que fijará el Gobierno en julio.
La tercero de los bloques apenas afectará a los hogares, puesto que hace referecia a los que tengan contratados más de 10 kW de potencia, que son mayoritariamente empresas. Estos usuarios tendrán que pasarse necesariamente al mercado libre.
¿Cuánto sube?
Las asociaciones de consumidores temen que las tarifas que fija Industria se incrementen mucho en julio para que las comercializadoras eléctricas puedan hacer mayores ofertas (aprovechando la diferencia de precio) y así haya un paso masivo de clientes al mercado libre. Hace apenas 10 días, Industria dijo que se regulaba la facturación por estimación con carácter retroactivo desde noviembre de 2008, lo que ponía solución a los cobros excesivos de enero y febrero. La norma final elimina esa retroactividad.
